jueves, 13 de enero de 2011

ARCHIVO DEL RECUERDO

En setiembre de 1999 en el otrora Boletín del Club Departamental Puno publicamos el comentario titulado "Es cuestión de gustos". Hoy, para matizar nuestro saludo a la Tierra Puneña en sus preparativos para la fiesta de febrero, volvemos a exhibir la estampa jaranera de los k'oñis. Salud Puno, dimensión azul...allá lejos!

En Puno los llamamos k'oñis y son diferenciables según el color y el sabor predominante. Su familia -tradición de caspiroleta fiestera compartida-, atempera el frío y la tristeza de nuestros pueblos desde tiempos remotos. "Dos dedos ralos" de resacado costeño producen el milagro de avivar lentamente la alegría contagiante de cuantos deciden ir a su encuentro. Eso sí, combinan con todo y permiten que los amigos sean más amigos; los abrazos se repitan interminables y la vida transcurra reposada...aparentemente.

Qosq'o, en su afecto de hermano, nos invita un "té piteado" y en ocasiones el sabroso ponche de habas con abundante ch'ajta. Mientras que Arequipa exhibe como complemento del ponche mistiano un copón delicioso y sutil de anisado: más al Sur, siguiendo el camino de los abuelos quechuas hacia el Tucumán, la poesía agradecida se inspiró en ellos pregonando al Norte y al Litoral,
" Y que el Alma en el Cielo esté
del que inventó
la Caña con Té..."

Si los k'oñis dejaran de registrar su peregrinaje: las albas desde las doce de la noche en las vísperas de febrero serían lacónicas y silentes (a pesar del estruendo de bombardas, bombos y platillos). Huancané, Moho, Cojata, Conima, el misterioso Ichu en las jornadas de mayo y junio extrañarían su presencia.

Si por un descuido del destino faltaran los ponches, san Germán y el wakay-cholo: la quema del k'apo y la concurrencia de altareros sería incompleta en la fiesta de san Juan de Dios, protector de enfermos, contusos y deshauciados.

Los k'oñis, dónde no estarán, verdad? En ocasiones sólo aspiran presentarse como una porción doble de pisco peruano con limón. En otras, pisco con pisco; o también Sol de Ica Italia primero y Sol de Ica Puro después. Tabaco negro en cajetilla arrugada completará la noche...y listo. No ves? Es cuestión de gustos!
Jarana, jarana linda
linda jaranitay,
qué será de mí, mañana
con esta vida que llevo ...

Y otros son los ponches altiplánicos de coco, de guinda, de almendras, con personalidad de atentos y cuidadosos anfitriones. Alegran los compromisos familiares transformándose luego en bordón obligado de una serenata salpicada de cohetes y castillos gigantes, en las noches estrelladas de luz del Altiplano Puneño: Ayaviri venerando a su hermosa Alta Gracia; Pucará y su Mamacha Cármen.

Sí señor, hay para todos. En mesitas angostas y vasos bullangueros que se incomodan entre sí, las ollas de humeante ponche serán responsables que mas de uno de mis paisanos amanezca con los zapatos "muertos de frío".

Qué temas se conversan animadamente, toda la noche, en presencia de la viejecita ponchera? En su exigencia puntual, qué tiene el ponche con "su piedra" que no te suelta ni un instante, apenas lo saboreas lenta y persistentemente?

Y para los niños? Ah... durante la fiesta: rubias melcochas y morenos ancucos con puntitos de cáscara de naranja y maní. A su lado, infaltables los pequeños alfajores de penco, retozones, haciéndoles guiños a los turrones y cochas de veinte por un sol.

En fin, en nuestra Región -para atenuar el frío y la tristeza-, sabiendo lo que te gusta, las abuelitas tejieron en el tiempo, delicias de ensueño y aplicación inmediata. Sólo es cuestión de pedir!!

Agüita, agüita de Putina
palomita
cómo quieres que te quiera
ayay, ya, yay
sabiendo que tienes dueño
palomitay...

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