lunes, 15 de septiembre de 2014

DIÁLOGO SIN PRETENSIONES

Don Joaquín Nieves, vecino nuestro y excelente conversador, comercializaba en su jardín de la esquina, macetas con flores naturales. Aquella mañana, formando cola esperaba su turno para comprar pan. De pronto y agitando los brazos expresó a viva voz un mensaje inesperado.

-"Hace varios días que dos rosas amarillas engalanan mi jardín marcando la lozanía de su presencia. Son flores abiertas por los rayos del Sol. Si preguntáramos el por qué de su presencia entre nosotros, las flores me dirían que lo ignoran y que en su entorno siempre ha sido así.

-"Salieron a luz salpicadas por el vuelo y el gorjeo de las aves, para recordar que en el mundo de la creación existe la belleza. En sus pétalos no encontraremos huella de imperfección alguna y lo más impresionante es -quizá- su persistencia de quedarse entre nosotros. Así es y así siempre ha sido.-"

Don Joaquín, intentando retomar su turno, escuchó la respuesta de alguien que desde la esquina le hizo presente su desacuerdo. -"Oiga amigo, porqué está Usted hablando a solas como si fuera un loco.  No se da cuenta? Estamos en un establecimiento público..!

-"Es que Usted no sabe -aclaró nuestro vecino-; lo más perfecto del mundo anida en una flor, siempre dispuesta a permanecer sin inquietarse y disimulando un rumor envolvente. !Obsérvela! Ni un punto de deterioro en sus pétalos; solo el silencio de oración hecho armonía.-"(1)


Nota (1) Saludando la decisión de escribir y publicar entre los compañeros de Cuarta Edad.

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